Amar sin reservas.
Ese es el único camino.
El único aprendizaje.
Amar cada acto y cada encuentro.
Que cada decisión y cada realización sea hecha con el corazón presente y despierto, sin automatismo y sin condiciones.
Amar sin reservas el trabajo de cada día, incluso si no es vocacional.
Amar cada rincón de tu cuerpo como si lo vieras por primera vez, amar cada trozo de tu piel con el respeto que merece su camino recorrido; con la admiración y alegría de ver el niño que hay detrás de cada arruga o endurecimiento.
Amar sin reservas ni condiciones a cada elemento que caiga en nuestras manos. Tocadlo con amor y ternura, usadlo con cariño y dulzura.
Solo piendo toda nuestra atención en cada cosa, persona y trabajo, se manifiesta en ti la fuerza omnipresente del Amor Universal.
Los condicionamientos son juicios,
los miedos son desconfianzas,
las iras son orgullo,
la pereza es olvido,
la tristeza es alejamiento,
la obsesión es enfermiza.
Amar con reservas es solo desamor, pura ignorancia de las leyes que rigen la Vida.
Cuando se ama sin reservas cada acto y cada partícula, el gozo de la existencia muestra su cara en todo su esplendor y se abren las puertas del Cielo en la Tierra.
Amor y Luz
GRACIAS POR LEER
Gracias por esta maravillosa entrada para recordarnos que solo el amor es real.
ResponderEliminarBellisimo libro el de Marta Povo.
Gracias por ser y estar en mi vida.