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domingo, 30 de noviembre de 2014

November Rain

Bueno, pues son las siete y dos minutos de la tarde del último domingo del mes de noviembre y aunque llueve, las temperaturas más bajas aún se resisten a llegar.

Los que bien me conocéis, sabéis que soy más de temperaturas cálidas, de la explosión y del colorido de la primavera; adoro quejarme del sol abrasador, andar con vestidos cortos y pelo recogido. Soy fan de las larguísimas tardes y las cortas noches de verano... 

Pero el otoño...
El otoño tiene un encanto especial...



Sopla el viento. Se abre la infinita paleta de tonos tierra; amarillos, arena, marrones, naranjas y ocres inundando las calles, los parques y llenándolo todo de hojitas sueltas que parecen caer del cielo. Viejas hojas de un año más que va finalizando.

Sacamos los primeros abrigos, llegan las tardes de sofá y "mantita", los planes en casa, al calor...
Y cuando llueve, como ha sido durante todo este finde, me aparece ese sentimiento tan entrañable. 

Quedarme ahí, viendo como afuera la lluvia y el viento golpean los cristales, mirar el horizonte, el paisaje, sin más. Oir los truenos y las ráfagas de luz de los relámpagos...

Velitas de canela y vainilla...

Las uvas, las castañas asadas, las granadas y los primeros caldos...

"Cuando afuera llueve, algo se cuece dentro" -Y.M.-

La niebla de las mañanas justo antes de salir el sol, el corazón en calma. 
Una paz...

Una calle de Barcelona


Comparto además un poco de ARTE

En primer lugar, un poema que me ha parecido precioso


Mariposa de Otoño

La mariposa volotea
y arde —con el sol— a veces.

Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.

Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.

Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses.

Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.

Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.

Era la hora de las espigas.
El sol, ahora,
convalece.

Todo se va en la vida, amigos.
Se va o perece.

Se va la mano que te induce.
Se va o perece.

Se va la rosa que desates.
También la boca que te bese.

El agua, la sombra y el vaso.
Se va o perece.

Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.

Su lengua tibia me rodea.
También me dice: —Te parece.

La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.

PABLO NERUDA



2. Y aunque han pasado unos añitos ya, un temita de uno de los GRANDES




Mil GRACIAS por leer 
 :)





1 comentario:

  1. Pero que bonito, si es que eres una poetisa escribiendo
    Claro que si, hay que disfrutar de cada momento, observar lo que tienes alrededor, vivirlo, respirarlo y sentirlo al máximo.
    Disfrutar de la compañia que tienes al lado o reflexionar cuando paseas sola por el bosque.

    Hoy me he acordado de ti y de tu blog y te he echado de menos. Eres una mujer delicada y especial, que siente al máximo.
    Siempre dicen que la vida hay que vivirla pero muchos no hacen caso, dicen que se les ha hecho corta porque la han desperdiciado.
    La vida es un regalo entonces todo lo que tenemos a nuestro alcance lo es, el fruto maduro que has visto crecer en tu terraza del que te sientes tan orgulloso. Cuando ves felices a tus mascotas que sienten todo lo que tú sientes, que lo perciben tanto que no les hacemos ni caso… Cuando te están avisando, se ponen nerviosos, pesados, incontrolables. Te están avisando que no estás bien pero te da igual. Porque a veces te vas dejando, vas acumulando tanta negatividad que todo te da igual.
    Y te ves al espejo y te ves horrible, dejada… pero te sigue dando todo igual.

    Sólo cuando en tu interior, un deseo tan primario como el de ser madre aflora, irradias belleza y felicidad.
    Se produce un cambio en todo tu ser.
    Escribo esto porque es lo que estoy sintiendo ahora mismo y lo estoy viviendo al máximo, y lo quería compartir con vosotras igual que haces tú de forma tan delicada.
    Hay que volver a conectarse con la madre tierra, y no vale ir a dar un paseo a la montaña el domingo y au!
    Hay que sentirse mujer cada día, observar tu entorno, mirar el cielo, los animales de cada zona que hacen, las plantas como crecen o se marchitan.
    Apreciar a las personas que hay a tu alrededor, a las personas que ves cada día y observar como viven, como cambian, como evolucionan y otros no. Ver como los niños ven el mundo, porque nosotros también lo vimos así, como lo van entendiendo dia a dia con esa ternura e inocencia.

    Si no os sentís así os habeis abandonado como persona y mujer. Quitaros los complejos, daros un baño relajante en casa con sal, tomaros tiempo para mimaros en la ducha, poneros vuestras cremitas que estaban ahí sin usar. Volver a maquillaros y ser coquetas y no poneros la misma ropa de siempre.

    Estoy viviendo una época de la vida muy hermosa junto al hombre que amo, que siempre ha estado ahí apoyandome esperando a verme ese cambio. Y lo bueno se acaba, no no nooo y NO. No dejeis que pase eso, os habeis vuelto a desviar del camino. La negatividad de los demás y su envidia os han corrompido. Parar los comentarios negativos sin sentido de la gente de alrededor, como hoy en la frutería: que calor hace, pues si, bla bla bla sin sentido, sin mirarse a la cara! He dicho: pues te das un baño fresquito y verás que bien. Ya se han callado, ya nadie te va a desconectar de esa felicidad.
    Hay que ser valientes y fuertes, guerreras porque somos mujeres y el milagro de la vida se produce en nuestro interior.

    Para mi leona.
    De Loba SiL.

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