Bueno, pues son las siete y dos minutos de la tarde del último domingo del mes de noviembre y aunque llueve, las temperaturas más bajas aún se resisten a llegar.
Los que bien me conocéis, sabéis que soy más de temperaturas cálidas, de la explosión y del colorido de la primavera; adoro quejarme del sol abrasador, andar con vestidos cortos y pelo recogido. Soy fan de las larguísimas tardes y las cortas noches de verano...
Pero el otoño...
El otoño tiene un encanto especial...
El otoño tiene un encanto especial...
Sopla el viento. Se abre la infinita paleta de tonos tierra; amarillos, arena, marrones, naranjas y ocres inundando las calles, los parques y llenándolo todo de hojitas sueltas que parecen caer del cielo. Viejas hojas de un año más que va finalizando.
Sacamos los primeros abrigos, llegan las tardes de sofá y "mantita", los planes en casa, al calor...
Y cuando llueve, como ha sido durante todo este finde, me aparece ese sentimiento tan entrañable.
Quedarme ahí, viendo como afuera la lluvia y el viento golpean los cristales, mirar el horizonte, el paisaje, sin más. Oir los truenos y las ráfagas de luz de los relámpagos...
Velitas de canela y vainilla...
Las uvas, las castañas asadas, las granadas y los primeros caldos...
"Cuando afuera llueve, algo se cuece dentro" -Y.M.- |
La niebla de las mañanas justo antes de salir el sol, el corazón en calma.
Una paz...
Una calle de Barcelona |
Comparto además un poco de ARTE
En primer lugar, un poema que me ha parecido precioso
En primer lugar, un poema que me ha parecido precioso
Mariposa de Otoño
La mariposa volotea
y arde —con el sol— a veces.
Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece.
Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses.
Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.
Me decían: —No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
Era la hora de las espigas.
El sol, ahora,
convalece.
Todo se va en la vida, amigos.
Se va o perece.
Se va la mano que te induce.
Se va o perece.
Se va la rosa que desates.
También la boca que te bese.
El agua, la sombra y el vaso.
Se va o perece.
Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.
Su lengua tibia me rodea.
También me dice: —Te parece.
La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.
PABLO NERUDA
2. Y aunque han pasado unos añitos ya, un temita de uno de los GRANDES
Mil GRACIAS por leer
2. Y aunque han pasado unos añitos ya, un temita de uno de los GRANDES
Mil GRACIAS por leer
:)